LA NACION |17 de Junio de 2002 | Ciencia/Salud | Nota

Deportistas en riesgo: en los Estados Unidos, el 17% de los clubes y countries ha registrado casos entre sus socios

Muerte súbita: cómo actuar a tiempo.

Puede ocurrir durante la práctica de ejercicios; la mayoría de los observadores no sabe qué hacer

  • Si se actúa en el primer minuto la sobrevida asciende al 90%

  • En algunos casos las muertes son prevenibles

  • Los certificados de aptitud física no deben conseguirse de favor

San Isidro, domingo a la tarde, un club. Detrás del alambrado que rodea la cancha de tenis el grupo de amigos que cada sábado ve jugar a Jorge pide con desesperación un médico. Jorge, de 45 años, está inmóvil, desplomado sobre el polvo de ladrillo.
Nadie sabe qué hacer. Y por cada minuto de inacción se pierden entre el 7 y el 10% de las chances de sobrevida.
La muerte súbita es una muerte abrupta e inesperada, no traumática. Las estadísticas afirman que su incidencia durante el ejercicio es baja: entre los corredores hombres de entre 30 y 65 años, por ejemplo, ocurre un caso anual cada 7600 personas. Sin embargo, según datos de los Estados Unidos, el 17% de las instituciones deportivas ha registrado casos de jugadores fallecidos en forma repentina.

El partidito de fútbol, el de tenis, el trote o la carrera pueden constituir momentos propicios para la muerte súbita: "En las instituciones deportivas circula una gran cantidad de personas con frecuencia cardíaca alta, generada por el deporte. En algunas de ellas puede producirse la muerte súbita vinculada con el ejercicio, por lo que resulta básico difundir información sobre el tema", dice el doctor Héctor Kunik, cardiólogo especialista en medicina del deporte y miembro de la Asociación Metropolitana de Medicina del Deporte (Ammdep).

Tomar conciencia.
No se trata de apuntar contra la actividad física. Se sabe, y se ha dicho hasta el cansancio, que la práctica de ejercicios o deportes durante 30 minutos diarios previene enfermedades y mejora la calidad de vida. En los Estados Unidos la inversión de un dólar en tiempo y equipos dedicados a la actividad física representa un ahorro de 3,2 dólares en costos médicos.
De lo que se trata, en cambio, es de tomar conciencia: tanto deportistas como entrenadores, público o amigos de los jugadores deben tener en cuenta que la muerte súbita no sólo existe fuera de la actividad deportiva.
Los especialistas indican que la muerte súbita vinculada con el ejercicio se divide en: potencialmente previsible (en sujetos con enfermedad coronaria, miocardiopatía hipertrófica, anomalías coronarias); difícilmente o no previsible (hipoplasia aórtica o coronaria, enfermedades de conducción con electrocardiograma negativo, sujetos con autopsia negativa, y otros), y ligada a factores externos (golpe de calor, uso de estimulantes y anabólicos esteroides, o golpes violentos en el pecho por impacto de una bola, pelota o disco (commotio cordis).
Si bien es sabido que una parte de las víctimas es casi imposible de detectar precozmente, la Ammdep recomienda prestar atención a la llamada tríada de riesgo. "Incluye una evaluación del deportista previa a la realización de ejercicios, el conocimiento de las causas de muerte súbita vinculadas con el ejercicio (sobre todo por parte de los médicos) y un certificado médico de aptitud", explica el doctor Miguel Resnik, presidente de Ammdep y cardiólogo especialista en medicina del deporte.
El examen contempla la historia clínica, con los antecedentes familiares y los personales, además de un electrocardiograma y otros estudios que se agregan según el caso.
Con respecto al certificado médico, los deportólogos -ambos delegados argentinos ante el Consejo Mundial de Rehabilitación Cardiovascular y Pulmonar- advierten que se trata de un documento que no puede pedirse de favor . "Es un acto de responsabilidad médica", aclaran, a propósito de la costumbre de muchos deportistas que, en los pasillos de los hospitales, suelen pedir certificados como gauchadas , a veces expedidos por médicos que no han revisado al deportista.
El certificado puede determinar que el deportista es apto para la actividad, apto con restricciones o no apto. Se aconseja repetir los estudios cada dos años, con actualización de las historias clínicas en los años intermedios. Para los médicos, y en el caso de los deportistas con patologías previas, también es importante tomar en cuenta las recomendaciones de la Conferencia XXVI de Bethesda, realizada por el American College of Sports Medicine y el American College of Cardiology: para cada enfermedad cardíaca se debe indicar una actividad física determinada.

Cuatro minutos.
Mas del 80% de los electrocardiogramas obtenidos luego de producida una muerte súbita no traumática revela una fibrilación ventricular. "En general, la muerte súbita se debe a una arritmia o fibrilación ventricular. El corazón fibrilado tiene actividad eléctrica, pero no mecánica. Por eso es necesario contar con desfibriladores: un shock eléctrico puede restituir el ritmo cardíaco", dice Kunik.
Sucede que los mayores logros se obtienen cuando se desfibrila a la víctima durante el primer minuto (puede llegar a un 90% la probabilidad de sobrevida), y hasta los cuatro minutos de producirse el colapso.
Además de los desfibriladores, que son básicos, se puede revertir el Nadie sabe qué hacer mediante la capacitación en reanimación pulmonar de entrenadores, profesores y socios en reanimación cardiopulmonar. La Ammdep, por ejemplo, realiza cursos en instituciones con costos mínimos (para cubrir los materiales que se emplean en las charlas. Más datos al (011) 4788-6897.
Hay que considerar que el tema no sólo compete a los mayores, sino también a niños y jóvenes. Es por ello que, según los especialistas, se necesitan políticas de salud que contemplen el manejo de la muerte súbita en el deporte.

Por Valeria Shapira
De la Redacción de
LA NACION

Recomendaciones indispensables
En las instituciones:
Se recomienda entrenar a un staff de personas en maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Parte del staff debe saber cómo comunicarse con equipos de emergencia para el apoyo médico (pasos posteriores a la reanimación, como la medicación o la intubación).
Es aconsejable contar con un desfibrilador automático externo, que permite atender rápidamente a la persona afectada.
Estas recomendaciones también son válidas para shoppings, casinos, aviones y todos los lugares por los que circule diariamente un gran número de personas.

A los deportistas:
Es conveniente realizar un ayuno previo de tres horas antes de iniciar la actividad, y no fumar.
El calentamiento previo debe ser de por lo menos 10 minutos.
Hidratarse con agua 15 minutos antes del ejercicio, cada 20 o 30 minutos y al finalizar la actividad.
Descartar el uso de anabólicos.
Debe conocerse el número adecuado de latidos cardíacos para cada edad y condición física.
Prestar atención a posibles síntomas que pueden aparecer durante el ejercicio (dolor en el pecho, agitación desmesurada).
No suspender bruscamente el ejercicio.